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Lourdes, qué casualidad, mi madre también se llama como tú. La verdad es que Antón me sorprende cada día con un comentario sobre el abuelo. Sé que con el tiempo no recordará determinadas sensaciones, pero confío en que tenga grabado un poquito del amor que mi padre sintió por él. Muchas gracias, Lourdes. Tu ejemplo del "peso del amor" es muy esclarecedora y me da ánimo. Un beso y gracias.
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