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Contar todo lo que hemos ido descubriendo durante estos años, y cómo hemos llegado a nuestro convenci-miento, sería demasiado extenso como para relatarlo aquí en este momento. Pero no es necesario porque, afortunadamente, experiencias semejantes a las nuestras (“El mensaje de los hijos muertos”. Ed. Tikal. Paola Giovetti. “El Más allá existe” Ed. Pena/Millet. Lino Sardos Albertini), están al alcance de quienes tengan suficiente interés por averiguar qué se sabe del hecho de la muerte (“La muerte: Un amanecer” y “La rueda de la vida”, Ed. Luciérnaga. Dra. Elsabeth Kübler-Ross. “Viajeros en tránsito...” Ed. Fundación internacional del dolor. (España) Dra. Mª Isabel Heraso Aragón. “Lo que vieron a la hora de la muerte” Ed. Nuevos temas. Karlis Osis y Erlendur Harldsson), y de lo que ocurre después. (“Los muertos nos hablan”. Ed. Edaf. P. François Brune. “El libro de los espíritus”. Ed. Humanitas. Allan Kardec. Y muchos otros). Hay ya una amplia bibliografía en la que se exponen seriamente argumentos, estudios y conclusiones que, sobre “la vida después de la muerte”, se han venido desarrollando hasta el día de hoy. ¡Seriamente! y no como estamos acostumbrados a ver, cuando se habla de esta cuestión en los medios de comunicación.
Habernos convencido, como ocurre ya con millones de personas en el mundo, de que la muerte no es sino un paso más en la evolución eterna de la vida, ha sido para nosotros el mayor de los descubrimientos, ha significado la “explicación” y el “gran estímulo”, que llena el vacío in-menso que dejó nuestra hija cuando falleció, y ha supuesto haber encontrado “el sentido de la Vida”. Aquél que, como dije al principio, dejó de tener la nuestra, cuando creíamos que la muerte había “acabado” con nuestra hija.
A título de ejemplo de lo que estoy tratando de decir, dejo unas páginas de Internet en donde se cuentan experiencias muy semejantes a las nuestras, y que, junto a los libros que apunté más arriba, pueden servir de aliento para quienes deseen investigar, y llegar a saber cómo y dónde se encuentran quienes nos han precedido en el paso por la muerte.
www.convivium-roma.it (Italia) .-Hay página en español.
www. Infinitude.asso.fr/Garde/FR_Garde.htm (Francia).
www.karine-tci.com/presenta.html (Argentina).
Mientras sigamos en la Tierra no volveremos a tenerlos como antes, y será más fácil seguir adelante, si logramos incorporar en nuestra vida esa nueva realidad. Y llegar a entender el hecho de la muerte como nosotros lo hemos comprendido es, en nuestra opinión, un paso decisivo para lograrlo.
Eso es sólo el principio porque es, además, la base desde la que encontrar una nueva manera de relacionarnos con ellos, una relación en muchos casos muy semejante a la anterior. ¡No digo que sea fácil!; hay que tomar la determinación de escapar del sufrimiento y, además, romper muchas ideas profundamente arraigadas en nosotros por nuestro entorno cultural, pero es posible. ¡Nosotros, y muchos otros, lo hemos logrado! El primer escrito que dejamos en este foro el 3 de junio, es sólo un indicio entre muchos otros que hemos tenido la fortuna de recibir. ¡Damos gracias a Dios por ello! Y creemos que poniendo confianza y abriendo la mente y el corazón, de una u otra manera, prácticamente todos podremos "saber" de los nuestros. ¡Ánimo!
De todo corazón, os deseamos lo mejor.
Ana Mari y José Luis.
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