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Querido Juan Luis; claro que estaremos en contacto, claro que sí.
Mira, me gustaría que te leyeses lo que hemos ido dejando en este foro, empezando por el mensaje del día 3 de junio. No te escandalices, aunque te cueste creerlo, todo lo que cuento es absolutamente verdad y podría contarte muchas cosas más.
Sé que eso no te va a traer el sosiego que, de momento, tu alma necesita, pero al menos para nosotros nos ha ayudado a continuar aquí e incluso a haber encontrado sentido a tanto dolor y sufrimiento.
Tu madre os ve, os siente y está más cerca que nunca de vosotros. Ahora te queda aprender a vivir sin su presencia física y eso es muy duro, pero si pones confianza -porque amor te sobra- podrás aprender a vivir sintiéndola e incluso manteniendo algún tipo de contacto con ella. A su tiempo, nosotros podremos ayudarte en eso.
Lee algunos de los libros que dejé en el foro, te ayudarán. Nosotros vivimos en Madrid y cuando quieras podemos quedar para conocernos y contarte con más detenimiento las múltiples experiencias que conocemos, unas propias y otras de otras personas. No temas por nosotros, jamás utilizaría a mi hija fallecida para "ganar" algo que no sea el cariño de los que como tú ahora sufren y la alegría de saber que estamos cumpliendo con la misión que Jesús nos ha encomendado.
De momento, habla a tu madre como si la vieras delante de ti, podrás sentir su mano acariciando tu corazón (y no es imaginación), y verás como te inunda la calma y que te sientes más tranquilo.
Lo que yo hacía al principio era escribir a mi hija diciéndole todo lo que me salía del corazón. Esa es una buena terapia.
Bueno, ahí tienes nuestro correo y escríbenos cada vez que sientas ganas de hacerlo.
Vale, da un beso muy grnadote a tu hermana y otro para ti. Te esperamos.
Ana Mari y José Luis.
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