Que te digo hermano, hermana. No hay palabras, pero siempre se puede empezar de nuevo.
Que te digo hermana, hermano? Cómo lo digo, si estoy tan dolido, tan muerto en vida como tú?, pero hay algo dentro de mí que me dice que debo continuar, que debo levantarme y caminar para tomar la mano de quien está caído, pero cómo te doy palabras de aliento? Como escribo para llegar a tu alma? a ese lugar donde hay infinito dolor.
Si el alma de un padre puede desgarrarse con el hecho de perder a un hijo, que será del alma sublime de una madre que está ciega por el indescriptible dolor de haberse separado de ese ser amado, qué hacer con esa alma inerte?. Que ahí está, esperando, aguardando, sangrando. No sé qué decir, nadie sabe qué decir, algunos tropiezan en el intento, otros seguir leyendo